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Aquí la postración, el llanto impfo
Y una mente genial adormecida .
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IV.
s,gue la bacanal signe la orgía;
Y la canción febril de las rameras
Acalla e\ estertor de la agcnía
Con sus notas histéricas, )jgeras ....
Despiet·ta el preceptor
á
los arrullos,
De esos locos y lúbricos cantares,
Que llegan
á
sn oido, cual murmullos,
De torrentes de risas y pesares.
Las aves del recuerdo, siempre bellas,
Buscaron un momento el árbol viejo,
Y cantaron sus plácidas querelfas,
De otros tiempos felice:; al reflejo.
Las flores del amor sincero, eterno,
Las flores del amor, las gayas flores,
Bajo la nieve del helado invierno
Esparcieron sus
mágico~
olores_ . __
En las doradas alas del
deseo~.
Volvieron
á
anidar las mariposas,
Y al compás de su dtmico aleteo,
Pasaron esas horas venturosas.
Pero pronto. fugaces
s~
perdieron
En la densa penumbr·a del olvido,
Los recuerdos de ayer qne vida dieron
A
ese viejo genial entumecido.