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NTRODUCCION
Segun Tamayo este movimiento ha desplegado enormes esfuerzos en
circunstancias de especial adversidad, especialmente frente a un regimen
con un abultado historial de desprecio por los derechos humanos y
enorme opacidad en su gesti6n, ademas de aplicar «la estrategia del
calamar» para lograr, eyectando su tinta, obstaculizar y alterar la
vision de los hechos. Asf, sostiene que el PNSRPF fue formulaJo sin
participaci6n ni consultas genuinas, con inquietantes provisiones y
carente de las debidas salvaguardas de los derechos basicos universales
de la persona, ello sin contar que dicho programa fue puesto en marcha
simulando un conflicto entre la «modernidad» y la jerarquia cat6lica.
Con todo, los puentes tej idos durante tres lustros entre las mujeres de
diversos estratos sociales permitieron sacar a la luz publica los abusos
cometidos, pcse a los esfuerzos del regimen por cooptar u obtener el
silencio de algunas personas implicadas, atemorizadas por la posible
confrontaci6n con dicha jerarquia. Al respecto, una vez establecido el
imperativo mas acucioso para detener los abusos mediante
el
aporte de
evidencias contundentes, tanto las vfctimas como quienes estuvieron
implicadas en las tareas de investigaci6n y acci6n publica pasamos a la
exigencia de verdad, justicia y reparaci6n.
Han transcurrido otros tres lustros desde las primeras denuncias
y, segun Tamayo, aunque estas denuncias lograron
el
objetivo de
detener los abusos, cabe insistir que a las vfctimas (tanto hombres coma
mujeres) se les ha seguido negando sus derechos a la verdad, la justicia
y la reparaci6n. Esclarecer la naturaleza de ese crimen como crimen
contra el derecho internacional y hacer c01nparecer ante la justicia
a sus responsables, es parte de la deuda pendiente hacia las vfctimas.
Ello resulta indispensable a efectos tambien no solo de la reparacion
sino respecto a conseguir que se garantice firmemente la no repetici6n.
Nuevos elementos deben integrarse a lo ya probado, por ejemplo, a las
evidencias reunidas en las decadas de los noventa sabre lo acontecido
a las mujeres rurales e indfgenas, debe sumarse los impactos sabre sus
comunidades hoy verificables. Las esterilizaciones forzadas --como los
etnocidios- constituyen abusos de lesa humanidad que no deben gozar
de impunidad. Por lo tanto, debemos hacernos responsables sabre el
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