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porque utiliza métodos
y
requiere de técnicas e investigación que puede versar
sobre cuestiones procesales: catalogación, circulación, codificación, estudios
sobre intereses de lectores, legislación. Y agrega:
La profesión de Bibliotecario tiene algo de comerciante
y
algo de profesor. Al
comercio es análoga por la compra, distribución, despliegue
y
ofrecimiento de
productores.. como la del profesor es una misión cultural, si bien de menos
formalismo
y
desde un sitial más sencillo
y
anónimo; sin arrogancia debe enseñar
al ignorante
y
sin vanidad al culto.. nuestro lema podría ser: Humani nihil
alienum..
Se refiere a las Escuelas de Bibliotecarios que existen en Estados Unidos
y
la
de Cataluña que depende de la Generalitat
y
explica en qué consisten los
cursos que se enseñan: la Selección de Libros, la Catalogación
y
Clasificación,
etc. Presenta como Bibliotecas científicas a las Bibliotecas Nacionales o de
regiones, universitarias o de escuelas superiores, de instituciones especiahzadas
y
culturales, de empresas industriales o comerciales, parlmnentarias
y
administrativas.
Anticipándose al catálogo unido dice que la Biblioteca Nacional debe ser
además nna central donde consten los registros de los materiales que las
demás bibliotecas del país albergan. En cuanto a las bibliotecas universitarias
y
de escuelas superiores les asigna tres responsabilidades: facilitar la labor de
estudiantes
y
profesores, ofrecer facilidades para la lectura general
y
cultural
extendiéndolas, en lo posible, a los ex-alunmos
y
fomentar
y
estimular la
investigación científica. Y cita nna frase frecuentemente escuchada por él: «Una
universidad no es sino nn conjnnto de profesores
y
alunmos alrededor de
nna o varias bibliotecas».
Agrega que las bibliotecas públicas: sean urbanas, rurales, de fábricas, de
cuarteles o de hospitales, deben proporcionar lectura de recreo e instrucción.
Se ocupa tmnbién de las rentas de la biblioteca, que pueden provenir del
Estado, Municipio o de donaciones. Se refiere alas instituciones internacionales
vigentes en esa época como el Instituto Internacional de Bibliografía de
Bruselas, el Instituto de Cooperación intelectual de la Sociedad de Naciones
y
el Comité internacional de Bibliotecas, organismos que velaban por los
avances de la profesión.
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