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le pidiéram
que e in e raran obre lo que hacían en tallere
y ese nario . Y eso fue lo que aconteció. e habló, lógicamente,
de la dificu ltade materi ale lega les y jurídica que lo creadores
populare enfrenta n. No o n gente d e la cu ltura tradicional
andina,
ino algo nue o, emergente.
Y dado que la mezquindad
la en idia on nuestro deporte
na ional preferido egún p icoanáli ta , diver o anali ta y la
mi ma encue ta , co rrer el rie go de afirmar que ese Coloquio
fue un o nado éxito. El gra n Audito rio de la ede de an Borja
(h y teatro Mario Varga Llo a) e llenó ema na tra
emana,
me
tra m
, do año . Y con un tipo de público de di trito
limeño muy lejano y que no o lía venir a e to evento . Ahora
bien, resultaría innecesario e te Colofón si tal hub iese sido el
ex1to, pero
i im
e n el paí de lo o lvido calcu lado , lo
ta imado
ilencio , lo
n inguneo . Por todo ell
, in i to: el
o loq ui o pe rmiti ó que ha bl a e n aque ll o qu e h ace n la
pr ducción come rci al-cultural de e e va to conglome rado de
obje to
y ge tos púb li co . Lo que e exhibi ó y e expre ó
libremente n la Biblioteca
acional de de mediado del 2006,
fue má , much má . Fue con oca to ria ab ierta y más que plural,
h ete róclita, va ri ada ha
ta
e l extre m o. «Una
u e rte d e
parlamento itinerante de la cu ltura viva del Perú , con el
plendor de u creatividad y el purgatorio de u reconocid a
o rfandad y
ca ez». Y por eso e le puede Llamar a e a hilera de
e ento
Los Estados Generales
de la
Cultura.
La
pren a y lo medio , in embargo, e percataron de de el
inicio mi mo de l
oloquio sobre
lo
Cholo,
de u impo rtancia.
Fueron atento , gene ro o
co n n
otro . En mi me a d e
trabajo, en el momento en que
cribo e tas línea , des an a
un mamotreto con iderabl que reúne recorte d e prensa,
revi ta y b l g .
ó lo queda decir que e tá a dispo ició n d
quien quiera con ultarlo en la B P, y a ell
, a lo periodi ta ,
gracia . Gracias al público, llegamo a tener uno fiel y a la ez
incero n
u
inter enci ne . G racias por u pa rticipació n,
tan deci iva. Al P
O y a Jo rge C hediek, que de de el primer
in tante vio lo alcances de tal erie de e ento . A lo mucho
inve tigad res, e critore y artista que no
apoyaron; o n
tantos, q ue en la cabeza de alguno qui ie ra decir lo mucho
que los apreciamo : a Rafael Tapia, nu
tro diligente
con tante
amigo d e de lo primero paso ; a Gonzalo Po rtoca rrero, a
Alberto Quintanilla, a Eloy Jaúregui que no solamente habló
ino q ue cantó, lo que en el fo ndo quiere cantar, bolero . Al
hema
alcedo que inaugur
e to coloquios y le dio d e de
el inicio un poco d e u pro pio e rilo, cordial pero
incer . Y
a
usana Bedoya, el alma d e e
e ento , de punta a cabo,
au nque hayamo
tenido má de un encontronazo, co a del
espectáculo, que lo fu e, p r una ez, de la inteligencia y el arte
al alca nce de tod
, gratuito y de calidad a la vez.
i algu na
satisfacción para siempre guardaré e
la de haber atizado e o
ien to , que tarde o tempran
e rán temp
tad , cao
reador,
si tema cu ltu ra l abierto y no cerrado como el actual.
Co
UIO LO CHOLO EN EL P ERú