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senta. El gremio de panaderos en Marzo de 841
regaló al Supremo Gobierno unos sesenta
y
seis
sables para
auxilio del
ejército
fJUC
se
prepara
ha
aquí con el objeto de sofocar Ja
rebelion
de A
rH–
quipa. El Señor Malamoco
fué
el comisiona<lo"
y
el que los entregó
alGobif\rno f\U el misrno mes
de Abril,
y
en los presupuestos de gastos del gre–
mio
de
Marzo
y
Abril
se cobra
á
toda.'.i las
casas
Panaderias, proporcionalmente
segun
la
contri–
bucion de Beneficencia la cantidad de
$
l
()7 4
valor de los referidos sables.
Por
el espedientc
f)tW
insertamos bajo el número 12 se advierte con es–
candalo que el Señor Malamoco se presenta
al
Gobierno titulandose falsamente apoderado del
gremio en el mes de Abril con todos los docu–
mentos necesarios cobrando los mismos
$
l 07
4 reales por los sables que ya hahia cobrado al
gremio ocultando que habian sido obsequiados,
y
por un decreto de
l.
o
de 1'1ayo se ordena el pago,
que se verificó en
29
del mismo, como aparece
todo de los documentos que acompañamos. Se–
ñor
D.
Juan
G.
de l\'lalamoco,
i
estos son Jos gran–
des bienes que Ud. ha prestado1 Esos decanta–
dos servicios,
ó
los ha remunerado el gremio con
jenerocidad,
ó
Ud.
se los ha cobrado con
usura.
Un
patriota condecorado, un hombre que dice
haber prestado tantos
y
tan
eminentes servicios,
en los dias de conflicto en que
se
encontró lapa–
tria; esta patria que lo adoptó por
hijo,
y
que
lo
honró con profüsion, la mira ahora cual madras–
ta,
y
en esos dias tormentosos
en
que la revolucion
de
Arequipa amenazaba un <lesplome jeneral al
edificio social: cuando escaseaban todos Jos re–
cursos para reparar el daño,
Ud.
se burla de la.
jcncrosa
drmacion
d6l gremio, del apuro
y
riesgo