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Me aguarda una alma fiel, veraz, constante
Que al verme
sentirá
mas
alegTía
Que la que me descubra en el
semblant~.
Con él esperaré que llegue el día
De dar la vuelta a mi nati'i"o suelo
Y
a
los
11brazos
ele
la eBposa mia.
Y
mi·:::ntrns
tanto bien
me
otmgue
el cielo,
i
Oh
musas¡
oh
n,m.i~;tad !
a mis
pesnrc.s
En ·nwstros
goces
hallaré
consuelo.
V
en, 1en,
jnr.
-rato Olmedo, así los mares
FaYO:i.'[1bl cs
te n,
1laI1.ensu
ancho,
espalda
Onn·-:.do
a
tu be]a patri2. retornares,
I cuánta
fr esca
rosa la esmeralda
Matizo, de
sus co,mpos florecidos
Gu r.yarr.-ül,
entretej
g,
1-u gJ.irnaJda ;
I
a
rocibi~t-0
salgan
los
qyefidos
Amigos, con
cantal'cs
de
n !e~rí a,
Por
cien
voces
i
cienU:s
n ;pctidos.
Ven
i
<le
nnGstra
dulce
poesía
Al avacible, delicioso
ca lto
Vucf~e
J2.
tu inspiracb fantasía.
Otro se goce
en
e1
feroz tumulto
De
lt>u
batalla
j
la
sangrienta gloria, ·
A la llorosa hu:manids.d insulto :
Otro
encomi
nclo a
la tenaz
memoria,
De antiguos
i
modernos la doctrina,
De absurdos
i
T"0rdade2 pepitoria;
f;'fiéntl'as otro que ciego se imajina
En sólidos
objetos
ocupado
I
tarnbien
a,
su modo
desnitinn,,
Intereses calcula, clcs'lelado
I por telas del Támesis o el Indo
Cambia el metal de nuestro suelo amado:
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