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Las Rosa:s
j
emelas.
Con suave aliento dos
bla~cas
rosas
Trémulo el viento meciendo rn,
I
ambas hermosas, frescas, galanas,
Ambas hermanas, reinando están.
I
en los j ardines en vano quieren
Albos j azmines mas que ellas ser :
El aura pura, las mariposns
Las llaman reinas de su verjel.
Hai rosas bláncas, las ha.i mas bellas:
P ero como ellas ¿donde hai mejor ?
Cuál de las flores podrá igualarlas?
Quién contemplarlas sin tierno amor?
La fresca aurora, para ellas grata,
siempre atesora perlas sin
fin,
r
el manso arroyo. que
1
a pasando,
Va celebrando sus gracias mil. .
Dulces querellas, gratos acenl-os
Tiene para ellas el ruiseñor,
Del cielo un ánjel baja a cuidarlas
I al contemplarlas sonric Dios.
EDUARDO DE LA BARRA.
Chile.