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D
esarrollo
integral de una
R
egión
: C
ajamarca
Es necesario volver a reflexionar sobre la talla de la ciudad del fu-
turo, sobre la forma de proveerse los BNB y, muy particularmente,
la vivienda. Porque, no debemos olvidar que cada proceso de tra-
bajo define el cuadro de vida de sus trabajadores y, por ende, el de
la nueva sociedad.
Una ciudad de una, dos o tres viviendas, puede resolver una de-
cisión personal, pero exige un alto costo a sus moradores. Existe
igualmente la ciudad de millones de personas que facilita el inter-
cambio de bienes y servicios, pero añade un alto costo de transpor-
te y de seguridad ciudadana. ¿Cuál es, entonces, la talla óptima de
la ciudad-polo de desarrollo?
Muy difícil a cuantificarla en términos exactos. Sin embargo, todo
indica que existe
la ciudad a talla humana
. Son sus habitantes a
encontrarla y crearla. Lo que se puede hacer es enunciar sus carac-
terísticas esenciales.
En tiempos modernos, la vivienda debe resolver otra particularidad
de un mundo de trabajo cambiante de más en más, de trabajadores
y familias que deben deslocalizarse con bastante frecuencia. Todo
indica que el alquiler de vivienda se preferirá, de más en más, a su
compra.
De ser así, las empresas-país pueden facilitar aún más esta elección
por el tipo de vivienda futura, y al menor costo para los trabaja-
dores y sus familias. Ya no es una sola persona que resuelve el
problema, sino una empresa que regula, en función de la demanda,
el equilibrio entre las casas individuales y las familiares, entre las
casas-alquiler y las casas de propiedad del demandante, entre la
cantidad de viviendas en la ciudad X y la ciudad Y, en función del
desarrollo de la actividad económica en cada una de las Ciudades-
polo de desarrollo.
Y lo que dará el perfil a la ciudad-polo de desarrollo será la natura-
leza de los centros de trabajo que se instalen. Ciudades-dormitorio,