DE SAN AGUSTIN.
I
S
siempre_: es yerba dé invierno , que
en llegando el verano' se seca. No pa–
se, pues, por nuestros ánimos lo que
se refiere en otro Salmo. Allí confie–
sa uno,
que
comenzó
á
titubear,
y
llegó casi
á
cae·r resbalándosele los pies
quando caminaba por el camino del
Señor,
por
estar mirando la felicidad
floreciente de los malos. Pero des–
pues que conoció lo que Dios, que no
puede engañar, tiene guardado final–
mente para los n1alos ,
y
lo que ha
prometido
á
los buenos , que viven
atribulados, dando gracias por este
conocimiento, dice (
1 ) :
quán bueno es
el Dios de Israel para los
rectos de
co·
razo1i
!
Por qué dices
esto~
mis pies,
(1)
P1alm.
72.
1.