DE SAN
AGUSTIN.
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tos. Por todo
esto el
mismo
Jesu-·
Christo
es
quien habla en esta pro–
fecia ; algunas
cos·as en
sus miem–
bros,
y
en la
unidad de su
cuerpo,
como en un cierto hombre que ocu–
pa
todo el orbe
de , la
tierra .,
y
se
v.a
desenvolviendo
en el transcurso
de los siglos
~
otras en sí mismo
que
es
nqes~ra
cabeza. U na de
estas, y
esto mismo es lo
que
expresa dicien–
do:
ro sor
PARTICIPANTE
D~ .
TODf?S LOS QUE
OS TE–
MEN,
r
GUARD-4N
VU:ES–
TROS MANDAMIENTOS.
Y
co..
ino -por haberse hecho participante
· de sus he.rmanos;
Dios de
los
hom–
bres, el inmortal de
los mortales, el
grano cayó
en la tierra , para que
Yij