DE SAN
AGUSTIN.
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dan al ánimo , en donde este no
ha~
'
bia
olvidado la ley de Dios ; por–
que (
r )
la palabra
de Dios
no está
ligada.
ME LEVANTABA
Á
LA
MEDIA NOCHE PARA CON–
FESAROS POR LOS
JUICIOS
DE VUESTRA JUSTICIA,
di–
ce ; porque
esto de envolver
las
cuerdas de los pecadores al justo, son
juicios de la justicia de Dios , segun
lo qual dice el Apostal S. Pedro (
2 ):
ha llegado el tiempo de que comience
el juicio por la casa de Dios
;
y
si
el principio,
añade,
se toma de
noso–
tros, quál será el fin en aquellos que
no creen al Evangelio del
Selior~
r
si
(1) 2.
Tim.
2.
9.
(2) 1.
Petri
4. 17.