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SERMONES
nifieste los pensamientos del .corazon,
en cuyo caso tendrá de Dios cada uno
la alabanza que le corresponde. En
esta noche pues, debe el hombre acor–
darse
del nombre de Dios,
á
fin de
que (
1 )
se
gloríe en el Señor el que
se gloría; por lo qual está escrito (
2 ):
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r
-
'
no a nosotros, oenor, no a nosotros,
sino
á
vuestro nombre dad la gloria.
De esta suerte el que guarda la ley
lo hace no por su gloria , sino por
la de
Dios,
porque tampoco lo hace
por su justicia, sino por .la de Dios;
esto es, dada
á
él por Dios. Confor–
me
á
lo qual dice este:
ME ACOR–
DÉ, SEÑOR, POR LA
NOCI-IE
)
DE PUESTRO NOMBRE,
r
(1)
1.Cor.
1.
3r.
(2)
Psalm.
113.
1.
/