DE SAN AGUSTIN.
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I
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DIO A
CAUSA
DE LOS PE–
CADORES QUE
ABANDO–
NAN
VUESTRA
LEr. VUES–
TRAS
JUSTIFICACIONES
ERAN PARA l'rlI DIGNAS DE
SER .CANTADAS EN EL LU·
GAR DE MI HJ.4BIT.../ÍCION;
ó
como dicen otros códices ,
en el
lugar de mi peregrinacion.
Esta es
aquella misma humildad del hombre
que peregrina en el lugar de la mor..
talidad ( r) fuera del Paraíso ,
y
de
aquella . superior Jerusalen, de donde
baxando uno
á
Jericó (
2) ,
dió
en
manos de ladrones. Mas por la mi–
sericordia que por aquel Samaritano
fue hecha con él , le
~ran
dignas de
(1)
Gen.
3.
23.
(2)
Luc.
10.
30.
'