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DE SAN · AGUSTIN.
I . I
I
Dios como un espejo,
y
no ser con–
fundido mirándoles ; porque no se
contenta con oirlos, sino que quiere
cumplirlos,
y
por esto desea que sean
enderezados sus caminos para guar–
dar las justificaciones de Dios. Y có–
mo
han de ser enderezados sino con
I
la gracia de
Dios~
De otra suerte
tendrá ley de Dios , no en la qual
sea regocijado , sino con la que sea
confundido , quando ·quiera mirar los
mandamientos
que
no cumple.
TO OS CONFESARÉ SE–
ÑOR,
prosigue,
CON LA RECTI–
TUD DEL
-CORAZON,
EL HA–
BER APRENDIDO LOS JUI–
CIOS DE VUESTRA . JUSTJ–
CIA. _ Es_t~
confesion no es de peca...