D
E AS T R O NO MÍ A.
453'
un planeta,
y
la inclinacion de su órbita (
6
I
3
y
6
2
6
),
Fig. –
y
el efecto que de esto resulta para nosotros, nos toca pro–
poner ahora un .método para averiguar la siruacion de los
nudos,
y
la inclinadon
de las órbitas planetares.
Qgando un planeta visto desde la Tierra no tíen~
ninguna latitud , tampoco
la
tendría visto desde el Sol,.
entotJ.ces
está
erÍ
su
nudo (
6
I
3
)
~
pues
esrá
en el pla-
, no de la ctclíptica; basta, pues, observar la longitud geo""
céntrica del planeta , al tiempo que no tiene ninguna I~–
titud , de esta observacíon se inferirá su longitud vis ta
desde el Sol (
6
3 3
) ,
y
este será el lugar del nudo. _
t
7 3
1
~
Er
dia
1
4
de
Mayo de
1
7
4
7,
á
1
oh_
5
o
1
4 3
11 ,
cte tiempo verdadero , estando Marte muy próximo
á
sn
i
nudo descendiente ,
el Abate
la
Caille observó la longi
4
tud
de este plal)eta
is
6°
I
5
1
1
0 11
reducida
á
la eclípti-.
ta,
y
su latitud boreal de
5 4
11 •
La longitud del Sol pa....
ra el · mismo instante, determinada por observaciones· del
mismo dia,
y
que hubiera bastado tomar en las tablas, era~
'de
Is 2
3
°
3 8
1
I
0 11 ;
luego el ángulo en la r¡)erra,
ó
et
ángulo de elongacion
LTS,
era de
162
°
3
7
1 0 11
;
lapa-
I
o 3:–
ralaxe de la órbita anua
ó
el ángulo en
el .
planeta
T LS,
er~
entonces,
par
las
tablas de Casini, de
1 1
°
I I
1
5
7
11 ;
añadiendo esta cantidad
_á
la longitud geocéntrica obser~
vada 7
s
6° ·
1
5
1
1
o//,,
sale la longitud heliocéntrica de
Marte 7
s
I
7
°
2
7
1
l
1 •
Síguese de aquí que el ángulo de
comuracion, que es la diferencia entre esta longitud
y
la·
de la Tíerra .,
ó
el áng,ulo
LST
e¡~ de
6°
1
t
1
3_
11 ;
ege-'
Tom.VII..
Ff
3
cu-