DE ASTRONOMÍA.
95"
-, g~
·si ·
fa
pesantez mengua yendo del etjuador
á
los polos,.
es
Fíg.
indispensable que la tierra gyre al rededor de su e~e.
2 1
o
Por
lo que mira
al movimiento anuo lo proba-
;emos con -gran facilidad, e~ sentando una
prop0sicia11 muYi
importante
para el caso.
Supongamos
que un
cuerpo·
A
se
mueva al rededor
del
4
f·
,centro
S,
y
que en un punto
O
fuera del círculo
AaBb
&c..
esté
un
observador esplorando
su
movimiento. Es cons-
tante
que
quand,)
el mobit
tlegáre al
punto
a
,
la medida
de
su
movimiento será el ar·co
Aa,
ó
el seno
a a'
del mismo ~r-
eo (
1 2
) ;
los
arcos que miden
el camino que anda
~1
espresado
cuerpo,
ó
la distancia
á
que se aparta del punto
A
no pacSan de
9
o?
Porque en pasando
el
mobil
de.l
pun•
to
B
donde remata el arco
A B
de
9
o
O
ó
el
primer qu~–
drante
qe
su revolucion , y llegando pongo por caso
á
b
,
le
,
.
\
parecerá
al observador
que ha
vuelto al
punto
.a.
Yá
se
vé
como se ha de
discurrir
acerca de
los
derr~ás puntos
del
-cír–
culo donde se hallare succesivamente el mobil. Luego qua~–
<\º
el_
observador estuviere fuera
del
círcul'? que traza el
mo:..
bil ,
la mayor
distancia aparent~
á que este llegare
del prin–
~ipío de su
movimiento·
no
pasará
de
9
o?
Pero, si suponemos
el
observador en
O
,
moviéndose
el
cuerpo en
-~1
círculo
.4BD,
los árcos andados irán crecie~–
do
continuamente , de
modo
que
la mayo~
distancia
á
·q\1e ·
el .mobil
llegará
del punto de
donde
salió será de
1
8 o? .
Porque el arco
AD
que mide
el
camino del cuerpo
A
Üe-
gado
á
D es
malor
que
el
arco
AB,
que
mide
su
carrera
4
f•