ELEMENTOS
Fig. la claridad
y
obscuridad penden absolutamente
de la can•
tidad de
rayos de
cada manojo
(
2 2
8 ) •
4
3
6
De lo dicho (
3
9
8 )
inferiremos que
un ob~
geto visto por .reflexion
ó
ref+accion siempre parece
á
la mis–
ma distancia del ojo
,
que aquella donde formamos juicio que
está mirándole con la vista .sola
,
quando le vemos de la mis...
ma magnitud que por los vidrios
.,
ó
en los espejos.
¡3
2
6.
..
Pará
determinar esta
distancia
en todos los caws·,
i'ma--
.
.,,
hasta
gfoemos que un rayo
O.A
sale del ojo puesto en
O,
y
que
.3
4
9_
•
despues de
la última refraccion
ó
reflexion tenga su
focus
en el punto
o
del ege comun
OCQ
de todas las superficies;
sea
PQ
t~n
obgeto colocado perpendicularmente
á
OQ
,
al
,qual encuentra dicho rayo en
el
pun_to
P;
y
tírese por fin pa-
,
/
ralelamente al ege
OQ,
una recta
Pp
que corte en
p
el
rayo
OÁ
prolongado , si fuese menester.
Si
suponemos enton–
ces
el
obgern trasladado
á
p
1
q',
y
que despues le miremos
'ton la vista sola ;
una vez que
se
vé en el mismo ángulo
1
0
' ,
Aoc
,
1
·d •
,
1
·
p
q
u
que se ve1a por e
v1
:~o
o
en e
espeJo,
,quando estaba en
P.Q,
,
le veremos tambien de la misma
tnagnitud ,
y
por consiguiente
á
la misma
distancia en
am–
bos casos ( 3
9
8
) . Por lo que , si
quando
el
obgeto
·
~
1
d
'
1
dº
·
esta co oca o en
JJ
q
, representamos su
1stanc1a
aparen-
te
á la vista sola por su distancia real
Oq
1
,
esta recta
oq'
representará tambien
su
distancia aparente por el
vidrio
ó
en el
espejo,
qua.ndo estaba en
PQ.
Por cuyo motivo llama–
·r-emos
oq1
la distancia aparente del obgeto
PQ,,
y-
pq
el
,obgeto aparen te•.