ªº
Discurso
l.
·.
',..
que ·.
Q1uchos
oyendo la
resurrec-cion .
de
·1os
.
.
.
'
muertos, ·
se
rieron-: ·otros
mostraron,
o
pare- .
cieron mostrar
deseo
de
oírle
mas
largamel}–
te
estos
discursos ;
y
otros
adhirieron
al
A
pos-–
t'ol, entre los que el
mas·
.célebre fué San Dio–
nisio Areopagitá '
y
·una
muger
llamada
Do–
maris.
De
las
circunstancias
de ·esta historia,
y
_
predicacion Apostólica
~e persuade que
el
Aposto!
no
predic.ó·
á' los
·Atenienses
otro
Dios .,
que
el que ellos
-mismos ,
bien: qu~ :su..,.
persticiosame·nte ; . adoraban ;
ó
como
dice
San
l\gus.tiil , el
fin
de
su predicacion .
era
solo
·güé
adorasen
sabia
,-y
saludablemente en
]a
Iglesfa
á
aquel
á
quien · con ignor.ancia ,
é
inutilmen–
te
adoraban
fuera
de
ella (
1
).
§.
v..
1
4
.En las
Sagradas
Escrituras leemos no–
tables exemplos de hombres · , que viviendo -en–
tre la ciega
Gentilidad , adoraban al
Dios
ver–
dadero ,
ya
con aétos
sinceros
de adoracion,
ya
con
laudables
sacri_fidos·. Sabemos que
por
to-
(
1)
Q
1J1.ideis prrestare
cupieas, nisi
ut
eund.emDeum, guem
ptreter Ecclesiam ignoranter
atqlie
inutiliter colebant in
Ec–
clesia sapienter ,
&
salubriter colerent
1B. Augiw.
lib.1.
cont.
Cres,. ,ap.
29.