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Discurso IV.
tor , que faltando materia ,
y
quantidad
eri ,Ios
Angeles, no pueden individuarse
en
una
111is–
ma especie ,
Y.
por !consiguiente que cada An-–
gel constituye especi.e diferente. l\llas otros Teó–
logos desconociendo en el aserto de Aristóteles
solí_dez de
fundamento ,.
sin
disentir en
que
los ·
Aorreles
sean
efectivamente de especies diver-
º
,
~as .,
opinari que pueden darse
de
una
misma es-
pecie. Pero dexemos álos Teólogos estas espino-–
sas qUestiones , .
e1? que
no tanto la autoridad de
las Escrituras ·, como la delicadez .de ·Ios discur–
sos·,
es e1
juéz de las
controversias , como tam–
bien las
que
se
rriueven
sobre el
lugar de los
Ange,les .en.. quanto
á
·la
oc.upacion : .sobre su
tnovim'iento ·_de
:2un
lugatf ·.á
;Otro :
sobre :el exer–
'.dcÍO
de
su
conoc:im,íento ,
é .
'ÍHteligenciá , tan–
to de sí mismos ·, como con respecto
á
otros ob–
jetos : sobre su loqüela,
ó
modos de explicarse:
:sobre -sus oorporáles·
apariciones·<'
y
-orros·
aser'!""
~tos'
de -qüe,-nacen )
un sinnühiero
de
córforov~r–
'sias , todas difitiles en
unas
incorporales cria–
·turás, ·
poco,,
acomodadas
rá :,Ja
:i-nspeddión
cle :hu–
<tnanos entendimiéntós , acostumbrados solo
á
·entendet,
mediante_
la
sensibilidad de _la_s espe–
;cies que
entran
por·
los~
sentidos, de·
cuyos ó-~–
··ganos
son in.capaces -1os .. espíritus . Angélicos.,,
§.X.
J