5
r ·
las gracias á·que no corresponde–
mos como
debierarrtos~
Lejos de corresponder con humil–
de reconocimiento , nos ensoberve–
cemos con sus dones, que nos apro....
piamos como si nos fuesen debidos,
alimentando, y fomentando nuestro
amor propio con ellos. ?,Pero quiéo
será el que pueda decir , yo tengo
puro el corázon , no soy ingrató
á
Dfos,
le
tributo la acciort de gracias
que le pertenece,y nunca me separo
de su obediencia'? No no lisonjea
así nuestra conciencia., pues nos:
di–
ce que ni oramos como se debe ·; ni
ponemos bastante vigilancia en oh-
.servar con fidelidad sus preceptos.
2Pues quién podrá quejarse si ·acaso
le negáse sus dones
?
Pero
á
pesar
de nuestras in?ratitudes ,
y
negli–
gencias continua anticipandosenos,
y si concede la perseverancia
á
nues·
tras oraciones, nos dispensa antes lct
perseverancia en orar, con la qual
'conseguimos la perseverancia para
~brar
bien; y la recompensa
que
so-
D
i
li-