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na generacion , rebosará sobre
la·
humanidad que tomó el Hijo de
Dios. Hé aqui reducido todo
á
una
cosa por la gloria ,
y
la felicidad'
eterna;
y
para ser recibidos en di-i
cha gloria , es necesario que sea_;,
mos una cosa por la caridad. Por–
que Dios quiere hacer de sus fieles
un cuerpo, perfedamente uno e11
Jesu-Christo : un cuerpo, cuya uni–
dad
vaya creciendo, hasta que ella
reciba su ultima perfeccion en el
Cielo.
Para corresponder al designio
de Dios , nunca nos podremos unir
demasiado con nuestros hermanos,
ni desterrar bastantemente todo
lo
que puede causar entre nosotros
la.
menor division. ¡Dios mio! Ahora
mas que nunca voy á escudriñar en
mi
corazon todo lo que me aparta
de mis progimos , por qualquiera
motivo que fuere : las desconfian...
zas, los zelos, la embidia, y el or–
gullo de donde dimanan. Porque
.el
orgullo
todo
lo atrahe
á
sí ,
y
to-
_··-,
d.o