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algunos antiguos,
para
mostrar que
entre el Padre , y el Hijo, ser el
pri–
Jnero ,
ó
el segundo no dá desigual
4
dad, sino solament€ un origen sin
imperfeccion.
¿Pero ,
y
como tengo
V
o
la osa-.
rlía
de
hablar de estas impenetrables
cosas? iPor qué no tiemblo; y ado–
ro con silencio este misterio sobe....
rano~
Jesu-Christo que tuvo la bon–
dad de hablarnos de él , nos permi–
te tambien
á
los miserables morta...
les que hablemos de
él ,
como sea
con
él ,
despt~es
de él , y segun él.
Añado ; y como sea para el fin que
se
ha propuesto.
Y
quál es ese 6n
?
Es admira...
ble:
Como
Pos,
Padre
miG
en
mí
,y
'ro en Vos, asi tambien, que ellos
sean
una cosa en nosotros.
Que ha–
ya
entre ellos, como entre nosotros
una
perfeB:a igualdad :que haya una
perfeél:a unidad,
y
comunidad. Que
cada uno
pueda
decir
á
su
progimo.,
en cierto sentido:
Todo lo que es mio
es
tuyo,y
todo lo
que es
tu,yo es mio.
Asi