...
.
,~~11
thtregado" vendiendo
~ Jesu~Chris~
to ,
y
que havia de tener otro fin.
1
Pensemos , pues , en no.terilei–
cosa ninguna,,
ni
aun para nuestros
cuerpos " porque ·Jesu..:.Christo los .
. .
guarda en quanto quiere ·:
ni un
pe·
Luc.
xx1 .1!.-
/0
de
vuestra cctbeza pe'J!ecerá.
Ea
fas persecuciones , en los trabajos,
y
en las enfermedades, Jesu-Christo
tiene cuidado de nuestros cuerpos,
y
ninguno puede dañarnos , asi co-
l}lo ninguno pudo nada contra
el~
basta que llego su hora
Pero conozcamos , que guarda
1.mestros cuerpos al
reoio del suyo;_
porque. entregandose
á
sus enemi–
gos,
les dijo:
Dejad _irá estos.
Su
muerte libra
á
nuestros cuerRqs,
co~
mo
á
nuestras almas: señal de que
algun dia los sacará enteramente
de la muerte.
-
Aprendamos de la explicacion,
de San Juan , que
l~s
pa,labras
de~
la
Escritu-r-a;
y-
las del Hijo de Dios,
pueden tener dos sentidos.·Claro
es--'
ta?
que
aquellas ·:
·Ninguno
d~
los
que
I
"