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En
segundo lugar , suponen
una union 1.ntima entre él,
y
no–
sotros, que nos hace un mismo cuer..
po con él , asi como los sarmientos
hacen un mismo cuerpo con el tron–
co de la vid.
Lo tercero, suponen la influen..
cia interior de Jesu-Christo en no..
sotros , como la de la cepa en las
ramas, que perciben de ella el ju–
go con que s_e mantienen.
De todo lo qual se colige la su–
ma dependencia. que tienen los Fie–
les de Jesu-Christo; porque asi co–
mo faltando el suco que continua–
mente atrahen los sarmientos se se–
carían ,
y
perecerían sin remedio,
y
para nada servirian , sino para
echarlos al fuego ; nos sucedería
lo
propio , si no recibiesemos
cont~nuamente de Jesu-Christo la gra–
cia, que nos hace vivir.
Pongamos particular atencion
en que no basta que con su palabra,
y
egemplos nos enseñe Jesu-Chris–
to , sino que necesitamos tambien
A
3
de