II
Hijo en nosotros. El Hjjo nada tie–
ne sino de su Padre , y nosotros
nada tenemos sino del Hijo ; con
Job. v.
que todo buelve , y se refiere al Pa..
dre.
El Padre
no
cesa de obrar,
di-
ce el Hijo de Dios,
y
To
tambien
·obro.
La propia, y privativa accion
de una, y otra Persona , es obrar
en los corazones , embiando el Es–
píritu Santo , con que el Hijo obra,
y
el Padre tambien ; y no hay mas
diferencia , que
la
de que e{ J>adre
es solamente Dios
:>
y
e1 Pl'ijo·es
juntamente Dios , y Homore, Emai..
.nuel ., Dios con nostras , Dios uni·
.-.loá
nosotros , Dios que obra en:
nosotros como en una parte de sÍ
proprio : Vé ahí en lo que estriva
nuestra confianza.
Quando decian los Arrianos,
que si el uno es la vid , y el ·otro
el Vendimiador , se sigue que no
tienen la misma esencia , se deseo-
.tendian de que este mismo
J
esus,
que en calidad de Hombre es rnies–
tra