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Ibid.30.31e
que creamos en Vos!
Qué de mara–
ravillas,
y
prodigios
!
Nos ha.veis
saciado de pan en el Desierto , es
verdad.
i
Pero ese pan, acaso ,
es
comparable con el Maná que Moy–
sés
<lió
á
nuestros Padres, de el qual
está escrito :
Que les dió
á
comer
Pan del Cielo?
El pan que Vos nos
haveis dado , es pan de la Tierra ;
y
hay tanta diferencia entre Vos ,
y
Moysés , como entre la Tierra,
y
el
Cielo. Las quales palabras nos en...:.
señan, que los Judíos no pensaban
sino en los medios de sustentar lá
vida perecedera ,
y
mortal ;
y
que
no sin razon Jesu-Christo les havia
reprehendido
sus
deseos - carnales~
porque no ponian su pensamiento ea
otra comida mas noble , que la del
Maná, con que mantuvieron sus
cuerpos en el Desierto; ni conocían
otro Cielo., que las,nubes, que lo ha–
vian
llovido : sin transcender
á
que
no havia tomado Ja ,denominacion
de Pan del Cielo\
y
de Angeles, si–
no porque
era
figyia
de
J
esu-Chris-
to