2II
Tierr.a
,
en el ·Mar,
y
dentro del
Mar ,y todas las cosas que e~ eflos,
están diciendo
:
Al que está senta–
do en el Trono, y al Cordero, sea_
la
alabanza
,
honra,
y
gloria,
y
potencia
,
por los siglos de los
si..
glas.
.
Canta el mundo las alegrias
mundanas.
¿
Y
nosotros , qué can..:
tarémos despues de haver recibido
el dón celestial , sino los gozos.
eternos?
Canta el mundo sus pasiones,
sus locuras ,
y
criminales amores.
i
Y nosotros qué cantarémos , si–
no aquel á quien amamos
?
Hace resonar el mundo por to-
das parte sus disolutos placeres. 2
Y
de nuestra boca qué ofrá despues
de haver bebido el vino, que
en-
gendra castidad , sino dnticos de
sobriedad,
y
continencia ? Llenos
de la muerte de Jesu-Christo, que
acaba de ponersenos á la vista ,
y
de la carne de su Sacrificio ,
2,
qué
cantarémos ,
.sino :
El
mundo está
G.1I.v1.
1.
O
1
cru,