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, ni de figura. El Apostol habla
·(de
la misma Persona :
Esto ·es mi Cue,-–
po
:
reo del Cuerpo..
Y
:
No
discer–
nir el Cuerpo.
No debe minorarse
el
delito
de
aquellos contra quienes se declara
,el
Apostol, hi apocar el horror que
.se les debe tener. Es verdad , que
tratando indignamente la imagen
.del Príncipe , se le insulta, y
se
le deshonra
á·
él mismo ; pero
con una .injuria muy inferior
á
la
que se le baria ate
ntando ásu sa–
grada Persona.
El
atenta.dode los
Christianos, que comen indigna–
mente el Cuerpo del S
alvador,
y
,beben indignamente
su
San.gr~, es
de esta especie. Es un atentado he-
cho immediatamente
á
la Persona;
en
una palabra , hay dos cosas
·que considerar en el suplicio de Je·
.su-Christo: el delito de los Judíos,
y la obediencia del Salvador.
Los
que reciben dignamente su Cuerpo,
y
su
Sangre , particípan
del
merito
de su
obediencia :
lqs que lo
reci,..
G.+
ben