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Opondranme ,
que
Jesus
no
prueba
la
resurreccion
de Jos
cuer–
pos , sino solamente la
imn1ortali–
dad de las
almas. Pero en
la
Es–
critura lo uno es
consequencia
de
ló
otro.
Dios antes de criar
la
al–
ma le preparo
un cuerpo. No
ins–
piro
en nosotros
aquella
inspira–
cion
de vida (
quiero
decir la
alma
hecha
a
su imagen '
y
semejanza)
hasta
despues que le
dio al
barro'–
que con tanto primor amasaron
sus
manos, la organizacionJf forma
·de cuerpo humano":
e
l
-lfltfni
crío
el alma
para
ser forma de
un
cuerpo'
y
para
unirla
a el'
no
ha sido su
intencion ,
que
esten
eternamente
separados.
Luego
quiso
que
la alma
estuviese unida
al
cuerpo eternamente ,
porque
crio
al hombre
immortal,
y
lo ha–
vria sido,
sioo huviera
pecado:
la muerte
no
entro
en
el
mund()
sino por la culpa. Pero ella
n9
puede
destrµir para siempre la obrá
de Dios : porque ha de ser des-
trui-