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e
precipite en el
mar,
que se
hunda
n
él ,
sin
que se descubra la me•
nor señal
de su
altanería ,
y
alti·
vez.
Atrevamosn os
á
todo ,
pues
nos aseguran
de todo estos
admi-e
rables
milagros
,que
saben1os
cier~
tamente
quiere Dios que
intentetb
mos.
Atrevamosnos
a
todo ,
y
por
pequeña
que
sea
.nuestra
fé ,
no
te1namos
nada :
porque un paq9ito
de
esa
fé ,
del
tamaño
de
un grano
de mostaza , nos
basta
para que ..
podamos
emprenderlo '
e
ir;iten•.
tarlo todo.
La
magnitud ,
y
gran-
~.
deza no sirve
de
nada ,
dice
el
Sal~.
vador ,
y
yo
no pido mas , qne la
~incerida d
,
y
la verdad: es nece·
~ario
que ese
gran~to · crezca:
Dios,
~
que nos lo
ha
dado
le
hara
crecer.
Trabajad ,
y
obrad
·con
poco ,
y
os
datan
mucho.
Ese granito
de
m()s•
t ·aza,
esa
fé
inicial ,
llegara
a
se ~
un
M
.
.
att.
XII
l
11rbol
grande,
y
las aves
del ,
Cielo
31
'
.
• 3
2
reposaran sobre
el.
Las virtudes
mas·
ublimes habitaran , ha·ran su
do~
.micilio ,
residitan
eg
€1.
·:PIA