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máximas quedaran
condenadas
pa~
ra
siempre.
i
Quien
puede
juzgar
con el
mundo ,
que
solarnente
de–
bemos amar
los
bienes
per~cede'°
ro~
,
y
solamente
temer
los
males
de esta
vida,
viendo
á
Jesu-s ·
pri–
vado de todos los bienes ,
y
carga–
do con
todos
los
males de la
tierra,
segun
el
juicio
del mundo ,
decla–
rado
Hijo _
amado
del
Eterno
Padre,
V
en quien
tiene
sus
complacencias~
i
Quien se atrever
a (
buelvo
á
de.·
cir) aj uzgar
con
el mundo,
que ·es
necesario mantener los intereses,
la
dominacion,
y
la gloria,
aunque
SP
arriesgue
la
salud
eterna; si el
mismo mundo
condena
con este
_juicio
que hace la
Vida , la
Doc–
trina ,
y
las Máximas
de Jesu
Christo
?
Y asi el mundo se vé
juz..
gado por el
n1ismo
juicio'
que
el
ha formado de Jesusº El Salvador
ha juzgado al mundo, dexaodose
juzgar por el
mundo ,
y
la iniqui·
a
de el j uicio ,
que ha
forma~
o el mundo.
destruye
para
siem• ..
X
2
pre
.
.