'(t30)
y
es ·el' mismo-'.que habla
éontigo.
Y
él'
dixo : Creo,
Señor,
y
postrandose,
lo
asloró. Y
J
e~us le
dixo :
Yo vine·
a
es.
te mundo
ji
exercer un
juicio,
para que
los que no vén vean ,
y
los que vén se
hagan ciegos
por
su soberbia
y
obstina–
tion.
Oy'eron esto
algunos F ariséos que
estaban
con
él,
y
le
dixeron:
¿Por ven–
tura .somos nosotros tambien ciegos?
Respondióles
J
esus :
Si
vosotros
füerai~
ciegos,
no ·tendriais pecado
tle
la
incre–
dulidad positiva con que resistís mi doc.,,
trina;
mas
ahora que
decís nosotros
ve-·
mos , persevera vuestro pecado.
Instruccion sobre los buenos
y
malos P as-
tores. J esus es el buen Pastor por
excelencia.
J
oan. ro.
I.
h.
2
r.
·San ,Juan~
Jesus víendo la mala con-
•
ducta de · los Príncipes de la
Sinagóga
iontra los que creian en él,
prosiguió:
En verdad, en verdad os
digo:
El que·
no
entra por
la
puerta en ·el aprisco de
las ovejas, sino que escala por otra par–
te,
e3
ladrou ,
y
robador. Mas
el
que
end