( 2)
ce en las tinieblas; pero las tinieblas n~
la
comprehendieron :
Sí por cierto
, _
los
hombres
,'
ofuscados con las qbscuridades
de sus errores, cerraron los
o;os de la ra–
zon, para no
wr
es~a
Ju~•
..A.nunciacion,
y
Concepcion del Precursor.
·
S. Luc.
cap.r. v.1.
h.
2
5.
San
Lucas. Hubo,
estando el mundo en
esN estado,
en los días de Herodes
el
Grande,
Rey
de Judéa, cierto Sacerdote
.llamado Za~arfas, del turno ,
ó
familia
de Abias,
y
su muger llamada Isabél
era
de
la familia
de Aaron. Ambos
a
dos
eran
justos delante de Dios, observando todos
los mandamientos,
y
ordenanzas del Se–
ñor
irreprehensiblemente ; pero no te–
nian hijos ,
porque
Isabél
.era
estéril,
y
, ·ambos eran de avanzada
edad. Pero
su–
cedió , que exerciendo Zacarías las fun–
ciones· del Sacerdocio, 5egun el orden
d e su turno , delante de Dios ,
dentro
del SantuariÓ,
y
enfrente del Arca desde
·donde hablaba Dios
(
1) ,
conforme
á
la.
'
co~
(1)
Calmet.
DuhameI.
r