nos quien ha
merecido del Cielo
tan
abundante caudal de celestiales luces,
fUe sabe la excelencia que encierra,
•
l
como los tesoros que por ella se pro-
mete conseguir
~
una sola cláusula del
Evangelio. A su sabiduría sigue su
veneracion,
y
mirá con loable respe...
to los sagrados signos de las inten–
ciones
y
decretos de Dios, donde quie–
ra
,
y
como quiera que los vea gra–
bados~ Como las imagenes, que le re–
presentan
,
y
figuran sus arcanos, asi
respeta las obras de esta clase
,
por
los ventajosos oficios . que le prestan,
llevando su alma
,
y
su corazon
á
su Autor
y
su Bienhechor. Asi no he_
podido hacer otra mas conveniente
eleccion de patrono
á
quien encomen–
dase
,Y
ofreciese esta Concordia, que
1
á
los Espafioles
;
y
digo solamente
Españoles, porque no sucede
ui
esta
grande Peninsula lo que en otros Rey–
nos
:
que
si son Jtalianos
,
Alemanes,
1
Pr~