reconoce #sta
,
y
}a
,confiesa~
én
E~~
paña con preferencia
·.á
las demás
Na–
ciones Católicas
?
El vulgo de otros
Reynos quiere disputarle otras glo–
rias:
en punto de · Religion todos
le
!?ajan la cabeza.
ra
con esto es bastante para
jus–
tificar el pensamiento de ofrecerle
y
dedicarle esta obrita al Catolicismo·
Español. Pues no es posible hallar en _·
ninguna otra
,
parte mayor aprecio
y
proteccion
,
que en donde están des–
de elprincipio del Christianisrno afian~
zadas
, ·
sostenidas
y
acrisoladas
á
pruébas de sangre
y
fuego las
máxí–
mas
de la Religion. .Ella
no
es otra
cosa
que
un CQmpendio con un cierto
órden de
toda la legislacion divina:
el
Católico Español despreciará
mil
vidas por mantener
su
patria
,
su cul–
to
,
sus costumbres en su antigua
y
legít ima
posesion. Como el
famoso
Caudillo
de
los Macabéos .cada Chris-
'IT
4
tia--