( i2:5,),
edad.
Y
sucédió
qrnf
yendo
J
e!Sus cami·
nando:;, ·apretado.. del
Pueblo ,
t.1,rn1 mu–
ger
que
padecía 'fluj'o'
de
sangre hacia
yi
doce''años,
y
1
había·
gjstado
cou
.los Me–
dicos.
toda
su haciénda ·, sin que alguno
le
hu,bieta :
podido
curar ; se llegó por
detrás ,
y
tocó
la
orla de
su vestido ,
y
al
insunte
cesó su
flujo
de
sangre.
Di–
xo entonces
J
eslL5
~
¿Quién es
el
que m~
ha
tocado?
Negando
todos, dixo
Pe–
dro.,
y
los
que
estalian
c;;on
él :
Maestro,
te oprim~,
y
maltrata la ttopa de
gen--·
tes ,
y
pregt~ntas:
¿
quié1i me
ha
tocado? ·
Replicó
J
esus :
Alguno
me
ha
tocado
particularmente,
porque
yo
he
C(?noci–
do que ha salido
virtud de
mí. ,
Viendo
entonces
la
muger, que
no
habia
podi–
,do··otúltarse; vind temblando,
y
se
echó
á sus pies , .
y
refirió
delante de tQdo el -
Pueblo
la
·causa porque
le
habiartocado,
y
c@mo=al
instante
quedó
sana:
Y
él
la
di–
xo :
Hija tu
fé
te ha:
:sanado;
vete
en
paz.
Aun
estaba.
hablando.
J
~sus , qua~1do lle–
gó
üno
i
decir al
~ri.nci
pe de '
la
Si:. -
nagog~. Tu
hijaJha
muerto;
no le
dés
el
trabajo
de
ve·.Q.k.
Pero
oyendo
esto
Je-