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quedó fijada por la resolucion del Senado respecto de los Senadores cesantes

y por la eleccion del Presidente practicada el

IS

del corriente.

>

El Gobierno, por su parte, que

se habia comprometido á no aceptar

ningunas otras exigencias por parte de

los comisionados del Jefe mílitar de

la reaccion, y que garantió que tampoco

las habia;

el Gobierno que maoi–

fe tó en

aquella

reunion

que no saldria de los

términos propuestos, ni

continuaría la oegociacioo

bajo ninguna nueva faz,

recibió la conveocion de

paz

en que se estipulan

la disolucion del Se:nado

y

la prorogacion del

General Batlle,

y

dejó

transcurrir cuatro dias sin

decir una

palabra á su

Agente; an tes al contrario consintió en que

los comisionados de Aparicio

llevasen esa cooveocion á la ratificacioo de su representado.

• Ha sido, pues, mas que fundada la alarma que se ha producido.

>

Despues de lo ocurrido, todo podría sospecharse, y como se estipularon

esas condiciones, pueden haberse estipulado otras que se conserven en secreto·

>

Asi al menos tiene el derecho de discurrir cada ciudadano, desde que su–

cesivamente se hao venido falseando los mas solemnes compromisos,

y en el

acto de aboegacion y de adhesion que practicaron una cincuentena de ciudada–

nos honorables en la reuoioo del

7

del corriente, tuvo

la virtud de

infundir

sentimientos de lealtad y consecuencia á los hombres del G-obierno.

,

Para nosotros y para lo

que suscribimos á las condiciones de paz pro.

puestas en la reuoion del dia 7, hay un compromiso de honor completamente

impersonal á que forzosamente tenemos que ser fieles.

• Cada votante

al espresar su voto con ignó que

asentía á las condicione

s

propuestas;, en Ja inteligencia de que no babia otras exigencias, ni se acepta _

riao aunque se maoite tasen ; y oosotro

que formulamos el manifiesto que se

aceptó, no podríamos hoy por niogun principio ni consideracioo justificar que

se quebrantase aquel compromiso.

• Como lo dijimos en el Ultimo número de este diario, ya no es tiempo de

discutir sobre si coo"iene

ó

no la disolucioo del

enado. Hubo un momento

en que e a solucioo babia sido facil, popular y aludable, pero el Gobierno fué

el

principal obstáculo para

e a solucioo, y lo que no pudo obtenerse por un

movimiento espon táneo de la opinioo, no puede conceder e á una imposicion

de la reaccioo armada que quebranta los mas solemnes compromisos y que ni

siquiera coloca la cuestion de principios en

u \'erdadero terreno.

>

Menos posible es aun hoy la prorogacion del General Batlle, cuan la exa–

cerbacion de la opinion y las ju tas de confianzas que ha sublevado, hace du.

doso que pueda llegar al fin de su período, no obstante que

solo nos separa

ocho dias de ese anhelado momento.

• Dados los precedentes que todos conocemos y el e tado de la opioion, e1

Gobierno del General Bntlle es una solucioo impo ible, aun cuando por ese

medio se con ultn e la ma

legitima aspirncioo del pai , que e

á no dudarlo,

la legitima recoo truccioo dé

todo

lo Podere Público .

>

La primera solucion en toda solncion es que esta sea po ible y lo que se

ha pretendido pactar, peen por ese gravisimo in onveoiente.