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que, en medio de esmeraldas
y de mil clavos de metal precioso,
en el muro se hallaban incrustados.
Ni orar quiso en la pálida
capilla plateada de la lu!Ja
ni en esa tachonada de brillantes
que
fué
de las estrellas
rezó oración alguna;
porque es grande su olvido
para lo grande que encerró ese culto
que se dice ya añejo y ya perdido.
· cuando tan sólo se altero su forma ...
qué del tiempo no cambia con el tiempo,
cual credo
fué
que no varió de norma:
á los templos de ayer pobló de encantos
la baja idolatría,
de sus dioses después el paganismo,
como
á
los templos de hoy puebla de santos
un culto decadente: ¡el fanatismo! ..... .
No soñó con sus
hu~rtos
perfumados:
floración de la vida, audaz decoro
en que al igual de la sabrosa fruta
colgábase también la fruta de oro;
ni pensó en sus jardines
en los que gayas flores
convertíanse en bellas mariposas
llevándose en las alas el perfume
y
~n
los que mariposas de colores
al convertirse en rosas
ponían en sus cálices las alas .