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mento
del
Bautismo; ·
Justina era en extremo hermosa
y
de
PXcelenfes gracias naturales, resplandeciente
a los ojos del Señor, en el alma era mucho
más por· la hermosura de sus virtudes
y
es–
pecialmente por su limpieza virginaL que
consagró a ·su divino esposo, Cristo.
·
Aglaida, un mancebo poderoso
y
lacivo
había puesto sus ojos en Justina, enamo–
rándose de eHa, ·había empleado todo los
medios posibles de atraerla, más · ninguna
bastó para vencer los
sa~rados
propósitos
de la virgen .
Viéndose impotente Aglaida en su em–
presa infernal. acudió a las astucias del
mágico Cipriano, que hasta entonces goza–
ba de prestigio en toda Siria, Grecia,
Egtp–
to, Arabia, en toda la India; pues estaha
tan perfecéionado en su arte diabólico que
nadie le rivalizaba, a
la
sazón Cipriano ha–
hitaba en la misma ciudad · de Antioquía.
• Aglaida ofrecióle dos talentos de oro si con
sus maleficios lograba conquistar el cora-:–
zón de · !Justina.
A·dmitió ·cipriano la propuesta
y
empe–
zó la obra, evocando a su demonio que
inmed iafamente se prest•ntó.
' 1
Me ha3 llamado?-· Sí.-Puedes con–
quistar
·el
corazón -de una virgen de la se __c-
ta de los gali_leos?
_
El demonio a pesar de su impotencia,
asegurándolt! el más cqmpleto éxito. pro- ,
meti o hacerlo.