de Wavrin, citado anteriormente, nos dice de· los salvajes de ahora:
..Entre los civilizados una niñita juega a la muñeca; entre los indios,
ella juega a imitar a su madre, al igual del hijo que trata,. de
imitar a su padre en el arte de la caza, y en este u otro gesto.. ( 80).
Y hay que tener en mente que las indias, por lo general, nunca
fargaban a sus hijos en los brazos, ni aún para amamantarlos,
según refiere Garcilaso, y que, por lo tanto, las niñas en este punto
no tenían qué imitar de sus madres.
PISCOYÑU
Creemos que el trompo o peonza fué introducido por los es-
pañoles desde los primeros tiempos de la Conquista. Siendo un
juguete tan pequeño y fácil de hacer, debió extenderse rápidamente.
Pero ya en 1612 se llamaba en aimara, según Bertonio, Piñuta
Hiñuta ( 8 1) , y lo describe así: ''El trompo de piedra, barro o
palo que le hazen andar con el azote y correa.. . En quechua se
llamó Piscoyñu, según González Holguín. Cobo, dándole este
mismo nombre, dice que era cierto juego que corresponde al trom–
po o peonza ( 82). Para mayor confusión Guaman Poma de Ayala
presenta a un niño indígena de cinco años haciendo bailar un trom–
po, como puede verse en la figura adjuata. (Fig. No. 4). Guaman
Poma pretende describir las costumbres aborígenes y en este caso
podría creerse que el trompo era conocido por los indios antes
de la llegada de los europeos; pero como Guaman Poma escribió
su crónica entre fines del siglo XVI y principios del
XVII
y ya el
juego debía estar muy difundido, podemos argüir que él, al pensar
en la forma de representar a un niño, no tuvo el menor reparo en
dibujarlo manejando un juguete extranjero, pero adoptado hacía
más de cincuenta años. Más seria objeción puede hacerse al hecho
de haberse encontrado en las tumbas precolombinas ciertos conos
de madera que pudieron haber servido para este juego. La figura
No.
5
que presentamos, corresponde a dos ejemplares existentes e'n
el Museo de Arqueología de Lima, marcados con el No. 1730 A. y B.
El uno tiene 7.
5
cms. de largo y 3.
5
cms. de diámetro máximo y el
otro, 7 cms, de largo y 2.
5
cms. de diámetro máximo. Fueron ha–
llados durante las excavaciones practicadas en 1906 por el Dr. Max
Uhle en una tumba de la Hacienda Nievería, correspondiente según
este arqueólogo al primer período del Valle de Lima. Posterior-
(78).-Moeurs et coutumes des indiens sa.uvages de 1'Amérique du Sud,
pág.
·241.
(79).-:-Vocabulario de la lengua aimara, T. I, pág. 274,
y
T. II, pág. 143.
(80) :-Moeurs et coutumes ... pág. 242.
(81).-Vocabulario de la. lengua aimara, T. II, pág. 266.
(82).-Historia del Nuevo Mundo, T. IV, pág. 228.
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