La plazuela "Urquiola", pintoresco rincón del pueblo de Quime.
ros accidentados, hasta llegar a las zonas
tropicales de difícil acceso.
El suelo no ofrece planicies de conside–
rable extensión. Los cerros que siguen a los
nevados son frígidos e inhabitables. Luego
viene la puna brava, a
4,500
m., que ya
ofrece vestigios de vida animal y vegetal.
Las cabeceras de los valles, de
3,500
a
3,000
m., bordean la cordillera. Los valles
propiamente dichos, de
3,000
a
2,500
m.,
ofrecen un espectáculo maravilloso por lo
accidentado y pintoresco de sus colinas.
Los lugares más profundos, son la3 vegas
de clima tórrido. No se encuentran en la
provincia valles o tierras ardientes en re–
giones definidas; por el contrario, a causa
de los accidentes del terreno, los lugares
frígidos, templados y cálidos están disper-
sos, ofreciendo algunos lugares la sensa–
ción de varios climas dentro de cortos re–
corridos. De
Tres Cruces,
a
5,900
m., hasta
las playas de
Sacambaya,
que se hallan a
1,000
m., hay una distancia de
20
Km. en
línea recta, dato que permite apreciar la
variedad de climas que hay en tan corto
recorrido. Las llanuras frígidas se extien–
den en dirección SE, hacia
Colquiri
y
Ca–
luyo,
a
4,200
m. Las llanuras cálidas son
de corta extensión. Siguiendo la dirección
de los llanos de Mojos, que se encuentran
en la parte norte de la provincia, se hallan
exuberantes bosques. En la zona de
Arco–
pongo,
famosa por su riqueza ganadera,
hay tierras o "planos ondulados" cubiertos
de espesos pastales o de bosques de ferti–
lidad asombrosa.
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