Un cuadro en la iglesia de Laja. Degollación del Bautista.
nidad indígena que los recibió sin ninguna
manifestación de hostilidad, brindándoles,
por el contrario, un hospedaje amigable.
Este ambiente de tranquilidad
y
la buena
.acogida, indujeron a los españoles a pla–
near sencillamente la fundación de la ciu–
da~,
tarea que les encomendó Pedro de la
Gasea, y allí, la tarde del sábado 20 de oc-
1ubre de
1548,
suscribieron la primera acta
de fundación de La Paz. Este acontecimien–
to histórico, para el cantón de Laja consti–
tuye su mayor timbre de honor, concebido
en esta rotunda afirmación: "la ciudad de
La Paz, fué fundada en Laja ... ". Y no se
estableció en este lugar, porque los lavade–
ros de oro del Choqueyapu, atraían a los
españoles con mayor interés que el pueblo
de aquellos indígenas pacíficos
y
gentiles
397