kaaka,
a una altura de 6.200 m. sobre el
nivel del mar, con un pequeño ramal de
·cordilleras que siguen el curso del río Un–
<luavi, hasta la
depre~ión
del paso carretero
de
Chuspipata
(
3.006 m.), formando una
·estrecha zona frígida no muy digna de men–
ción.
Luego, entre las cuencas del
Unduavi
y
el
Elena,
se levanta la cadena boscosa de
los
Pekekara Chico
y
Pekekara C.rande
(3.000 m.), que va a caer a las capitales
Coripata y Coroico, presentando junto a
·esta última ciudad una elevación algo ais–
lada llamada cerro
Uchumachi
(2.570
m.),
para después pasar por el abra de
·Chusichusi,
a formar otra cadena boscosa
transversal, cuya máxima altura es el cerro
H
uaicari.
Estas cumbres, situadas hacia el
este de Coroico, constituyen el límite de las
vegas noryungueñas, o sea, de lo , que se
1lama propiamente
Y ungas,
donde, al igual
·que en Sud, no se hallan terrenos planos
de magnitud aprovechable para la mecani–
·zación agrícola. Su extensión aproximada
-es de unos 1.100 km.
2
,
de los cuales casi
una mitad son terrenos difícilmente culti–
-vables, a causa de la gran pendiente que
tienen las serranías de este sector hasta
-el
río Zongo.
La zona tropical del N. está comprendi–
da entre el curso del río Beni y la cadena
.del
Huaicari,
por un lado, y entre los ríos
Coroico
y
Bopi
1
por el otro, abarcando una
-superficie aproximada de 3.000 km.
2
En
Vista de Y.olosa, desde Coroico.
su interior se elevan, sucesivamente, de S.
a N. las altas serranías boscosas del
Huai–
cari, Quenallata, ]atuncollo
y
Loma Grande,
cuyas cúspides alcanzan de 2.200 a 2.600
m. sobre el nivel del mar y cuyos faldíos
bajan a 560
in.
sobre el nivel del mar, en
Caranavi
(río Coroico) ,'y 425 m., en
Hua–
chi
(río
~o
pi). Al final de estas
pendien~
tes, ya se encuentran terrenos planos de
1.000 a 2.000 hectáreas y, en las cimas
particularmente, largas pampas apropiadas
para pistas de aterrizaje.
HIDROGRAFíA
Estas montañas presentan lo menos un
manantial a cada media legua de distan–
cia, o un río a cada dos leguas.
El río
Coroico
nace con el nombre de
Chucura
en las faldas del coloso Huayna
Potosí, y, durante su recorrido, recibe, las
aguas de los ríos
Tilata, Chaira, Elena
y
Y
olosa,
para atravesar con ellos por el pie
de la ciudad de Coroico, ya con un caudal
apreciable. Al tomar un poco más allá el
río
Santa Bárbara,
arrastra unos 30.000
litro!? de agua por segundo.
Unido al
Santa Bárbara,
toma la direc–
ción N. y, conforme avanza a Caranavi, en
su recorrido de 70 km., va recibiendo, su–
ces~vamente,
por izquierda y derecha, las
aguas de 25 afluentes que nacen en los ma–
nantiales de la selva, siendo los más im–
portantes los ríos
Suapi, Choro, San Pedro,
Quita Calzón, Chojña
y
Y
ara,
que son de
igual o mayor caudal que el río
Clwqueya–
pu,
por vía de comparación.
Después de pasar Caranavi, el
Coroico
se
dirige al encuentro del río
Zongo,
que vie–
ne por los bosques de la provincia Murillo,
y luego recibe varios riachuelos en su curso
de 67 km. hasta Puerto Ballivián, lugar
donde confluyen las potentes aguas del
Mapiri,
para formar el río
Kaka,
ya fuera
de Nor Yungas, con un caudal semejante
al que tiene el río Beni en Huachi. Si bien
así nos salimos de nuestra región en estu–
dio, podemos ver todavía que el río
Kaka
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