hallan
expedit.asademás numerosas sendas
con que se intercomunican los cantones: son
más trajinadas en las comunicaciones i:q.–
ternas, y por ellos el transporte en acémi–
las es activo y permanente.
Pese a las elevadas tarifas, que encarecen
los productos en los mercados de La Paz,
el transporte en camión se ha impuesto.
El presupuesto de ingresos fiscales es el
siguiente. Hasta ·el mes de noviembre de
1947, el catastro dió la suma de Bolivianos
163.830,80; y la contribución territcrial,
Bs. 3.020,08. De acuerdo a la ley que dis–
tribuye recursos departamentales en las
provincias para obras que deben efectuarse
con motivo del IV Centenario de la funda–
ción de la ciudad de La Paz, a Murillo le
corresponden dos millones treinta y dos mil
bolivianos. La suma, que no es muy impor–
tante, servirá para obras públicas. Además
existe un pequeño presupuesto departamen–
tal para la construcción de campos depor–
tivos.
El presupuesto de la primera sección
municipal alcanza a Bs. 400.000 en el ca–
pítulo de ingresos y Bs. 350.000 en el de
egresos. El de Mecapaca a la suma de Bs..
Skiador
en las pistas de Chacaltaya, en una
"cristiana".
300.000 de ingresos y en el capítulo de
egresos igual suma.
El presupuesto de la Junta Municipal de
Achocalla, tiene Bs. 500.000 de ingresos
y
Bs. 350.000 de egresos. Los servicios que
atiende son los corrientes en labores muni–
cipales.
La provincia cuenta con representante
nacional en la Cámara de Diputados.
ASPECTO ECONóMICO
TIERRAS CJJLTIVADAS
Puede decirse que la Provincia Murillo
tiene una manifestación preponderante en
la agricultura en sus zonas andina, vallina
y en sus linderaciones hacia el trópico. Las
regiones más pobladas son las altiplánicas
y vallinas. Bajando hacia clima caliente,
disminuye la presencia humana, son más di–
fíciles los caminos, aunque por eso no aban- ·
donados por el tránsito, que es muy intenso
hacia Sud Yungas y hacia el Beni.
La propiedad, especialmente en las zonas
templadas o del valle, tiene importancia
remarcable en la producción de frutas, tu–
bérculos, maíz. La viña origina una apre–
ciable industria vinícola; los piscos y sin–
ganis de la provincia, no muy abundantes,
son, empero, de buena calidad.
En
Palea,
el valor de la propiedad culti–
vada, anualmente trabajada, alcanza a Bs.
36.948.070, de acuerdo a los datos de la
Dirección de Catastro Rural, distribuída
así:
Once comunidades indígenas, cuyos mé–
todos y sistemas de trabajo son todavía pri–
mitivos; la propiedad aunque fiscal, está
explotada y administrada por un grupo de
indios llamados comunarios, obligados sólo
al pago de un cánon anual bajo. Es e] pro–
cedimiento acorde con la mentalidad y la
psicología aborígenes, que puso de relieve
Polo de Ondegardo, pero que desconocieron
los estadistas y estudiosos de la colonia y
la República. Además hay cuatro propieda–
des pertenecientes a instituciones religiosas;
4 fincas municipales, 1 fiscal y 40 de perso-
90