é
comer este barro; porque,
Cófiió
ya
ós di)Ímos, todo
lo más del asiento de la ciudad eran ciénegas é manan–
tiales de agua; todos los cuales manantiales mandó que
fuesen tomados é repartidos de tal manera, que á las
casas de la tal ciudad fuesen por sus caños y hechos
fuentes para el servicio y proveimiento della.
Y ansímesmo á otros mandó que sacasen y abriesen
los cimientos de las tales casas y edificios de la ciudad,
·y á otros mandó que acarreasen cantería para el edificio
que se había de edificar después que estos cimientos
fuesen ansí altos en el peso y ser que habían de ser;
é a otros mandó ,hacer adobes de barro é tierra pegajosa,
en los cuales adobes se echase mucha cantidad de paja;
la cual paja es á manera de esparto d'España; la cual
tierra é paja fuese amasada de tal manera, que los tales
adobes fuesen bien hechos y tupidos, con los cuales
adobes se había de edificar desde
la
obra de cantería
para arriba hasta que los tales edificios é casas estuvie–
sen en el altor y ser que habían de llevar. A otros mandó
que trujesen y acarreasen mucha cantidad de maderos
de aliso (Betula nigra) largos é derechos, dándoles el
largor y medida que habían de tener. Y ansímesmo
mandó que para cuando fuesen hechos y altos los edifi–
cios é puestos en proporción y en el ser que habían
de tener, que para (que) la mezcla que ansí habían
de llevar en el lucimiento de las casas, ansí por de den–
tro como por de fuera, pegase y no se resquebrajase,
mandó que trujesen para aquel tiempo mucha cantidad
de unos cardones que ellos llamaban
hawaqqollay kiska
(Cereus peruvianus), con el zumo de los cuales fuesen
untadas las tales paredes;
é
siendo la mezcla muy bien
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