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o
u
I
S
B
A
u
D
I
N
Uno .se pregunta qué objetos. podían ser susceptibles de
cambio; pero hay que pensar, ante todo, que si bien los
bi-enes donados por el inca eran inalienables, los productos
suminist:rados por éstas, tales como el maíz .o la lana, no lo
.eran. El comercio se mant·enía en la medida en que
subsis–
tía la .p opiedad individual. Por otra parte, sabemos que
cad~
familia t·enía un derecho ·exclusivo a la cosecha ob–
t.enida sobr·e
tupu.
.
D·e ·ello
resu1tab~n .
desigualdades según
el sexo de los
~'l'üembros
de es_ta familia (1),
~u
ardor para
el trabajo, su habilidad,
y
como los
tupu
eran calculados
de manera que subviniesen a su alimentación, quedaba a ,
v~e.ces
un excedent-e dispo.nibl,e. En un régimen de comunismo
a~ario
no puede haber comercio, pero _en un
siste~a
de
colectivismo agrario sólo
los
medios de producción están
socializado
y
los produc
· pu den se . cambiados.
...,...........,....1 .e
e
·echas según_
de
clima
té
ricas,
cuencia, n ue–
e ; pero como los
-excedente
u
a mínimos (2)
y
las
nec·esida~tlie
enrn
·
ita;das, todos estos cambios debían
ser muy reducidos. Es -esto lo que·.comprueba Cobo (3). Las
f·eri·as,
sobr~
cuya frecuencia no debemos ha·cernos ilusio–
nes, eran sobre todo motivo de fiestas, s·e combinaban fre··
cuentemente con peregrina·ciones
y
el soberano veía en ellas
un medio d ·e reunir a sus súpditos en fe.chas determinadas
para hac·er1es conoce;I"
su
voluntad. A menudo el Iugar·de la
, · feria er:a a la v-ez un lugar de fiesta; un c·entro
d~e
devoción
y un foro (4).
(1) El padre, que recibía para su hijo un
tupu
y
por .su hija medio
tupu,
.salía favorecido si sus descendientes eran varones, pues no está pro–
bado que un muchacho coma 2 veces más que una nifia.
(2) Como lo hemos visto en el cap. 5 .
.
(3) . "Historia". t. 3, lib. XI, cap.
7.-
Santillán, "Relación", par. 4.
(4) Garcilaso distingue entre ferias
y
mercados
y
pretende que Pa–
chacutec llegó hasta hacer cotidianos estos últimos ("·Comentarios",
li'b.
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