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Améri·ca Oentral no podían ser ignorados por los peruanos. ·
Prescott supone que Huayna-Cápac conoció la primera
expedición .conducida en 151'7 por Pizarra y Almagro cuando
estos últimos tocaron el
río
de San Juan, a 4 grados al Norte
aproximadamente (1). Por otra parte,
Nord~nskiold
ha es–
tudiado .una emigración de
in~ios
guaraníes qué,
proc~den
t-es de los países regados por los ríos Paraguay
y
Paraná,
penetraron en 1526 en la meseta y entraron en el imperio
de los incas por el oriente de la ciudad actual de Sucre
(Chuquisaca). Todos los cronistas· esp'aftoles ha.blan d-e esta
invasión que los ejércitos imperiales rechazaron. Pues bien,
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los guaraníes llegó un blanco, un portugués llamaq,o
Alejo Garcta
...
El
ué
l
rime'ro, ante.s que el mismo Pizarra,
en dese
.
brtr el imperio (
41.
•
Es
ibuídas a los
últimos in
ojecias concer.:.
nientes a .la
yan sido simples
,
injorm ci
nos del Cuzco y d,e
las cua¡e
aét
,
ya que .era pe-
ligroso qu
erturbase la quietud de la masa de la pobla-
ción; así la predicción atribuida· a Huayna-.Cápac, con oca–
sión de su muerte en 1525 (3).
El conocimiento que l-os Estados de América tenían unos
de
otro~
pérmanecía, sin embargo, bastante vago. ·Prueba
de ello es que los primeros conquistadores llamaban "viejo
Cuzco" al inca difunto y "joven Cuzco" al inca reinante;
tomaban al
Pirée
por un
hombre~
Por otra parte, es claro
(1)
"Histoir.e",
trad .' _franc., t. I,
p:
329 ,
(2)
Nordenskio1d,
"The Guarani invasión
Of
th;e Inca Empire in the
sixteenth century",
ob.
cit.~
p.
103.-
Sarmiento,
"Geschtchte",
cap. 61.
(3) Garcilaso, "·Qomentarios",. lib.
9,
cap. 15. Otras profecías perma–
necen, por el contrario, inexplic9.bles, si se las considera exactas; espe–
cialmente aquella que atribuye Gar-cilaso al inca Viracocha, que vivió
mu~
oho antes del descubrimiento de América
(~'Comentarios",
ll'b. 5, cap.
22).
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