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' encarece la oración, o sean las
obras de piedad; el ayuno, o las
obras de mortificación;
y
la
limos–
na o !as
obra~
de caridad
y
inise–
ricordia.
En
nuestras
obras
buenas
atiende Dios especialmente a
la
· recta intención, que da gran va–
lor
aun a
las
obras
más insigni–
fi~antes.
Se entiende por recta inten–
ción la voluntad de servir
y
hon–
rar a
Dios con todas nnestras ·
obras.
Conviene hace1· un acto de
recta intención sobre todo por la
mañana; pero
~s
dE?
rn u
cho prove–
cho renoYarla tan1bién de vez en
cu~ndo
entre día.