- 72 -
como dispensador de la gra–
oia
está
de una manera es–
pecial en la Iglesia Católica
y
en el alma del justo.
R.-El Espíritu
Santo
enseña,
santifica
y
gobierna a la Igle–
sia invisiblemente hasta el
fin del mundo.
P.-El Espíritu Santo es envia–
do
a
nuestras almas cada
vez, que con la gracia san–
tificante; viene a asentar
ellas su morada.
R.-J:Dl Espíritu Santo habita en
el
a·lrna
de los fieles, hacién–
dolo~
santos y justos; e
ilu–
n1ina, fortalece
y
consuela el
alma
con
su
gracia.