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En la antigua ley
h~bía
Dios
consagrado el día séptimo, que es
el sábado en men1oria de la resu–
rrección del Señor
y
de la venida
del Espíritu Santo,' que sucedie–
ron en Domingo.
Los do1ningos
y
días de
fiesta, nos manda la Iglesia oír la
.Misa
y
abstenernos de trabajos
serviles.
Trabajos serviles son todoR
aquellos trabajos corporales que
generalmente ejeeutan los sir–
vientes, jornaleros
y
artesanos de
los mismos que la Iglesia nos
manda abstenernos los días Do–
mingos
y
días feriados.
El donüngo
y
días de fiesta
se ·profana también con
acciones